Es imposible negar que la actual situación de España como Nación y el Rey como cabeza de la Monarquía es puesta en tela de juicio.
Los nacionalistas enarbolan las banderas de la crispación y la intolerancia en pro de sus propios intereses, aunque ¿fomentados por quién?. La Monarquía como institución es respetada y elogiada internacionalmente, esta misma institución y así quiero llamarla está unida a la historia y formación de España; en esta Nación plural y democrática todos podemos opinar y cuestionar, pero ¿hasta que punto tenemos libertad de expresión y cuando cruzamos la barrera del delito?.
Las escenas por demás tristes de la quema de fotos del Rey es una demostración de la ignorancia de ciertos sectores separatistas y de su intolerancia y falta de respeto a las instituciones públicas y digo bien públicas, y no hablemos de la actuación de los fotógrafos que presenciaron lamentable actitud y se niegan a facilitar las fotos de los participantes de esta supuesta reivindicación ¿complicidad?.
En honor a la verdad, y con la Constitución en la mano, y con consenso debemos hacer una relectura de la Monarquía, su solvencia y sostenimiento, y su papel en la España moderna , pero hasta ese momento las intimidaciones, la violencia y el menoscabo no pueden caber en esta sociedad, la justicia debe orientar y corregir estas desviaciones y hacer cumplir la ley, que prima en España como derecho inalienable.
Los nacionalistas enarbolan las banderas de la crispación y la intolerancia en pro de sus propios intereses, aunque ¿fomentados por quién?. La Monarquía como institución es respetada y elogiada internacionalmente, esta misma institución y así quiero llamarla está unida a la historia y formación de España; en esta Nación plural y democrática todos podemos opinar y cuestionar, pero ¿hasta que punto tenemos libertad de expresión y cuando cruzamos la barrera del delito?.
Las escenas por demás tristes de la quema de fotos del Rey es una demostración de la ignorancia de ciertos sectores separatistas y de su intolerancia y falta de respeto a las instituciones públicas y digo bien públicas, y no hablemos de la actuación de los fotógrafos que presenciaron lamentable actitud y se niegan a facilitar las fotos de los participantes de esta supuesta reivindicación ¿complicidad?.
En honor a la verdad, y con la Constitución en la mano, y con consenso debemos hacer una relectura de la Monarquía, su solvencia y sostenimiento, y su papel en la España moderna , pero hasta ese momento las intimidaciones, la violencia y el menoscabo no pueden caber en esta sociedad, la justicia debe orientar y corregir estas desviaciones y hacer cumplir la ley, que prima en España como derecho inalienable.
2 comentarios:
Estimado Jorge, he recibido tu comentario en mi blog. Me llamo Carlos Novoa y soy fraile capuchino. Si quieres conectarte puedes hacerlo a mi correo novoa@ofmcap.org.
Un abrazo fraterno.
Estoy completamente de acuerdo contigo amigo. No importa que te guste o no el rey, simplemente tienes que respetarlo. Y lo de los fotógrafos eso ya no tiene nombre. Un abrazo, que hacía mucho tiempo que no hablábamos.
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